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¿POR QUÉ BEREA?

Nos denominamos Iglesia cristiana BEREA porque respondemos a los requerimientos del Padre quien busca adoradores en Espíritu y en verdad (Juan 4: 23 -24); y nos basamos en el estudio permanente de la Biblia, como lo hacían los habitantes de Berea quienes escudriñaban cada día las Escrituras (Hechos 17:11).

MISIÓN

Somos una Iglesia que predica el evangelio del Señor Jesucristo y hace discípulos en todas las naciones. Nuestra meta es llevar salvación a la humanidad mediante el conocimiento de Dios a través de su verdad revelada y escrita en la Biblia. Buscamos enseñar sobre la fe en Cristo Jesús, el arrepentimiento de pecados y la vida de santidad conforme a la Palabra de Dios.

VISIÓN

Ser una Iglesia unida en el amor de Dios y en la comunión del Espíritu Santo, que impacte el mundo y pueda llevar a cabo el ministerio de la reconciliación entre los seres humanos y Dios a través de Jesucristo. Nos proyectamos como una comunidad que crece cada día en el conocimiento de Dios que se une como un cuerpo edificado sobre el fundamento que es Cristo, que se mantiene firme en el camino del Señor, en fe, obediencia y santidad a la espera de la gloriosa venida de nuestro Señor Jesucristo.

¿EN QUÉ CREEMOS?

- En la Biblia como la única Palabra revelada de Dios, inerrante e inspirada por el Espíritu Santo (2 Timoteo 3:16-17; Salmo 19:7, 119: 160; Juan 17:17).

En Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo como tres personas en una unidad perfecta (1 Juan 5:7; 1 Juan 2: 22-23; Juan 4: 24, 10: 30).

Que Jesús es Dios, se encarnó, murió, resucitó glorificado y ascendió a la diestra de Dios Padre (1 Juan 5:20; Mateo 1:13; Isaías 9:6; 2 Pedro 1:1; 1 Timoteo 3:16; 1 Tesalonicenses 4:14; 1 Corintios 15:20; Hebreos 8:1).

Que solo se puede tener la salvación y la vida eterna, mediante: el genuino arrepentimiento de los pecados, creer en Jesús como el único y suficiente Salvador, recibirlo en el corazón, confesarlo, y llevar una vida de santidad en obediencia a la Biblia (Hechos 2:38, 3:19; Romanos 10:9-10; Hebreos 12:14).

- En el bautismo del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas (Hechos 2:1-13; 10: 44-46).

- En los dones del Espíritu Santo activos en la Iglesia de hoy, para su edificación como cuerpo (Romanos. 12: 6 - 8; 1 Corintios 12: 8 - 10): dones de sanidades, de hacer milagros, de ciencia, de sabiduría, de profecía, discernimiento de espíritus, hablar genero de lenguas, interpretación de lenguas, servicio, enseñanza, exhortación, entre otros.

- Que Dios dejó ministerios en la Iglesia: apóstoles (misioneros, plantadores de iglesias en el mundo), profetas, evangelistas, pastores y maestros (Efesios 4:11-12).

- En el Arrebatamiento de la Iglesia antes de la Tribulación (1 Corintios 15: 51-54; 1 Tesalonicenses 1:10, 4:13-18; Apocalipsis 3:10; Lucas 21:36; Juan 14:1-3).

En el juicio de 7 años proféticos del juicio de la Tribulación o septuagésima semana de Daniel (Daniel 9: 27; Apocalipsis caps. 6-16; Mateo 24: 1-29; Marcos 13: 1-25; Lucas 21:5-26). 

En que después de los 7 años de Tribulación, Jesús vendrá a la Tierra por segunda vez con su Iglesia glorificada (Mateo 24: 30-31; Marcos 13: 26-27; Lucas 21:27; Zacarías 14: 4; Apocalipsis 19: 11-21).

Que después de su segunda venida, Cristo reinará 1.000 años en la Tierra (Apocalipsis 20:1-10; Isaías 65:20).

En el Cielo donde va al morir el que es salvo en Cristo Jesús, y obedece su Evangelio; y en el Infierno como un lugar real donde va todo el que rechaza a Cristo y no vive conforme a su evangelio (Mateo 5:22,29,30, 10:28, 18:9, 23:33; Marcos 9:43,45,47; Lucas 12:5; 2 Pedro 2:4; Apocalipsis 20:15, 21:8; Lucas 16:23-24).

En la Nueva Jerusalén, la ciudad celestial, la ciudad del Dios vivo a la que irá la Iglesia cuando sea arrebatada por Jesús (Hebreos 11:10,16; 12:22. Apocalipsis 21:9-27).

En que Dios hará Cielos Nuevos y Tierra Nueva, donde bajará la Nueva Jerusalén (Isaías 65:17-19; Apocalipsis cap. 21).

En que Dios hizo pactos eternos con promesas gloriosas que se cumplirán primero en la Iglesia cuando sea glorificada, y en Israel y las naciones en el Reino Eterno. Estas promesas son: la descendencia santa, multiplicada eternamente; el gobierno eterno (reinado y sacerdocio) y la Tierra extendida por la eternidad: Pacto Edénico (Gén 1: 6-28; Os 6:7); Pacto Adámico (Gén 3: 8-24. Rom 8: 20-22); Pacto Noémico (Gén 9: 1-17); Pacto Abrahámico (Gén 22: 1-18); Pacto de la Ley (Deut 28: 1- 14); Pacto de la Tierra (Deut 29:1-29); Pacto Davídico (1 Crónicas 17: 7-27); Nuevo Pacto (Jer 31: 27-40).

VEN Y ADORA AL SEÑOR
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